Se trata de un recorrido circular, de unos 7,5 km que se inicia y finaliza en la villa de San Martín de Oscos. Iniciamos la ruta al lado de la oficina de turismo subiendo hasta A Bouza, donde contemplaremos una vista excepcional de la villa.
Atravesando un robledal continuamos hacia Labiarón, Loujedo y Villamañe, localidades en las que encontraremos magníficos ejemplos de arquitectura tradicional. Nos adentramos de nuevo en el bosque autóctono y llegamos a un mirador donde podemos hacer un alto para descansar y observar el paisaje. Continuamos hacia San Martín atravesando la aldea de Deilán y un tupido bosque de robles y abedules. En A Trapela recomendamos desviarse unos metros para visitar la mina de Pena Teixeira, típico ejemplo de modelo de minería más abundante en la comarca, podemos acceder a una galería y observar las trincheras y el frente de explotación. Al regresar a la villa también es aconsejable detenerse a observar Cabeza Da Villa, una impresionante casona del siglo XVII. A la altura del desvío de Loujedo podemos optar por recorrer un tramo alternativo que nos lleva al castro de Deilán y a la capilla del Carmen, volvemos a cruzar Deilán y regresamos por el itinerario principal hacia San Martín de Oscos.
El recorrido, de pocos kilómetros y gran accesibilidad, atraviesa bosques caducifolios —con robles, castaños, abedules y avellanos— y asciende hasta una zona de monte bajo, desde donde se descubren amplias panorámicas del valle del río Agüeira.
La ruta se inicia en la localidad de A Espía (Vegadeo) y a la misma se accede a través de la AS-11 que une Vegadeo con Los Oscos.
La ruta comienza en Santa Eufemia, poco después de rebasar el Ecomuseo del Pan en dirección a Pacios. Nos adentramos por un pequeño sendero a través de un bosque autóctono poblado por robles, abedules, acebos y castaños.
Escondida entre montañas y bosques del occidente asturiano, la Cascada del Cioyo es uno de esos lugares que parecen sacados de un cuento. El sonido del agua al caer, la vegetación exuberante que la rodea y la paz del entorno hacen de este rincón un destino ideal para quienes buscan conectar con la naturaleza. Una caminata entre árboles, pequeñas cascadas y paisajes que invitan a parar y respirar. Al final del recorrido, la gran cascada del Cioyo se abre paso con fuerza entre la roca, regalando una imagen de belleza salvaje difícil de olvidar.
El recorrido comienza en Louteiro, localidad a la que se accede tras tomar una desviación a la izquierda poco antes de la salida de Vegadeo en dirección a Galicia. Desde la capilla de este núcleo se inicia el trayecto antaño utilizado por peregrinos jacobeos y estraperlistas, que evitando el paso por caminos principales pasaban productos desde Galicia hasta Asturias.
Sus catorce kilómetros nos permiten a lo largo de poco más de cuatro horas, disfrutar del agua y sus aprovechamientos a lo largo de siglos en el medio rural. Desde la parte baja de Taramundi se coge un camino que nos lleva a Mazonovo, donde podremos visitar el Museo de los Molinos.
Con su arena dorada y aguas limpias, ofrecen un entorno tranquilo y pintoresco, ideal para relajarse y disfrutar del sol. La playa de Penarronda, en particular, destaca por sus amplios espacios y sus impresionantes formaciones rocosas que emergen al bajar la marea. Estas playas invitan a pasear por sus alrededores y disfrutar de sus vistas espectaculares.
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