Y para adentrarnos mar a dentro nada mejor que acercarnos hasta la Punta de la Cruz, lugar desde donde podremos divisar el infinito horizonte y sentirnos parte del mar, sentir las olas, sentir la brisa…
Con su arena dorada y aguas limpias, ofrecen un entorno tranquilo y pintoresco, ideal para relajarse y disfrutar del sol. La playa de Penarronda, en particular, destaca por sus amplios espacios y sus impresionantes formaciones rocosas que emergen al bajar la marea. Estas playas invitan a pasear por sus alrededores y disfrutar de sus vistas espectaculares.
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